Nace en verde, crece en rojo y madura en negro, así es el ciclo vital de la mora,, de entrada, su baja aportación calórica y su contenido en vitamina C (superior a algunos cítricos) y en provitamina A.
Gracias a estas propiedades, las moras son una fruta a la que acudir con frecuencia, sobre todo si se sigue una dieta de pérdida de peso, porque su contenido en azúcar es muy bajo. Y por la presencia de las vitaminas C y A contribuyen a nutrir los huesos, los dientes, la piel, la generación de colágeno o la absorción de hierro.
Valor nutricional:
– Calorías: 39 kcal
– Grasas totales: 0,2 g
– Colesterol: 0 mg
– Fibra: 6,6 g
– Potasio: 160 mg
– Hidratos de carbono: 5,1 g
– Vitamina C: 15 mg
La organización 5 al día pone en valor sus propiedades antioxidantes (gracias a la vitamina C y al betacaroteno que contienen), que “nos protegen de muchas enfermedades degenerativas y cardiovasculares”. Y también su proporción de potasio, un mineral que tiene propiedades diuréticas. Además, según MedlinePlus, este elemento “ayuda a la función de los nervios, a la contracción de los músculos y a que el ritmo cardiaco se mantenga constante. También permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar sus desechos”.
La mora es una fruta rica en fibra, como el resto de bayas silvestres, de forma que facilita el tránsito intestinal. Y la FEN también recuerda que contiene “una sustancia llamada pterostilbene, que además de ayudar a reducir el colesterol, propicia la regulación de la glucosa en sangre, por lo que ayuda en el tratamiento de la diabetes tipo II”.